Ahora que todo muere. Que todo permanece. Justamente ahora
estos achaques de viejo frigorífico
esta pose de fábrica abandonada
este óxido en la boca del estómago
este mar con tráfico de señales
este zarpazo de marea empobrecida
esta responsabilidad con ganas de verbena
esta urgencia monetariamente triste
este umbral con aroma de pobreza
este engaño con tarjeta de visita
esta esperanza de líneas discontinuas
esta creatividad atrapada en un tiovivo
esta fidelidad con hambre de cadenas
este papel con alma de armadillo
esta derrota en forma de poema.
5 comentarios:
Ahora sí! Es de las crónicas que más me gustan, Miguel. Un abrazo.
un abrazo Alfredio, será porque tiene reminiscencias felipianas ;)
Ya sabes, todos nos contagiamos de todos... tal vez tengas razón, me llega más porque se acerca a mi lenguaje, de todas formas tuya es la elección de palabras, el orden (bien visto, por cierto, conociendo el poema "original" sin pulir)... el recurso es el que no es de nadie... yo lo cogí de Sabina... jijiji... Para ser original hay que copiar primero... :)
Un abrazo.
qué maravilla
(B. Laguna)
este amor que crece día a día
estos besos que no saben a despedida
Mil
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