AGENDA / CONVOCATORIAS / NOTICIAS

PRÓXIMAS PEGADAS Y EVENTOS

martes, 13 de septiembre de 2011

La bailarina y el tragafuegos

.
Basta con asomarse al interior del circo para saber que andamos en un asunto extraño. Desde lejos incluso, si sacas el hocico, te das cuenta de todo: una industria de almas esclavizadas, solas, navegando sin rumbo por la eterna corriente, hacia un mar de palabras, hormiguero brillante de calambrazos tristes.
 
Este circo de fieras tiene abiertas las puertas a los que se resignan a una vida repleta de riquezas efímeras, a los que se conforman con entrar en la jaula y cuidar los juguetes. Itinerante asombro de antipodismo azteca, domadores en celo, enanos transparentes, marionetas opacas, magos de padre ausente, ventrílocuos que esperan su regalo invisible bajo la sucia orden de bastón del diablo.

Cuando observo la pista con cara de payaso me dan ganas de amarte pero mi gesto es grave: sobre el palo mayor del espectáculo no permito que invadas mi inocencia de ardilla.
Desde aquí arriba observo esta carpa de tela de elefante risueño, este trapecio inquieto con antojo de viento.
  
En este circo raro también reina el misterio (con esa duda atenta de espejo deformado). Cuando la luz se apaga vomitamos el tiempo sobre un espacio negro que vemos claramente.

La pantomima alcanza su momento más puro cuando un grito atraviesa la conciencia del mundo. Sobre la cuerda afloran sus precipicios verdes. Viejos plumajes lloran sobre la cama elástica.

Mi limpieza salvaje carece de estos límites: yo me pudro a mí mismo como me da la gana. Sigue acudiendo al circo, que yo, te espero afuera para entregarte a tiempo mi número de abrazos, mi esquizofrenia blanca, mi colección de otros, mi yo papirofléxico, mi contorsión adicta a la nostalgia, mi acrobacia de besos, mi adicción a esta magia de arenas movedizas con la que rompo el hilo que me engancha. Un romance contigo, sin red, sin sol, sin carne, sin látigo de vida. Un romance contigo me salvaría de todo. Y que esa nube tuya nos sirviera de manta, bailarina.
                                                                                                          Felipe Bollaín

1 comentario:

Anónimo dijo...

La proyeción escrita , secreto milenario ....

Maravilloso...