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En mi escondite a campo abierto muero bajo el árbol que crece sin ser visto. Acaricio bosquejos de palabras, hojas resecas sin huella del otoño. Tampoco hay misterio, es sólo un triste convencimiento, un rotundo gargajo congelado en la nieve.
El pensamiento es un polizonte incómodo que viaja en un barco repleto de cobardes. Las gaviotas picotean los frutos de su vuelo. Todo a la deriva. Raíces en el mar. No pienso demasiado.
3 comentarios:
Esto si que lo pienso copiar.
¡Qué belleza!
;)
"un rotundo gargajo congelado en la nieve"
¡q acertado final!
sí, q belleza
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