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Hemos descansado en la brutalidad plena del tiempo
Hemos dejado que todo se haga
Sin mover un solo segundo de sueño
Hacia la mentira que fabrica obediencias en serie
Hemos escrito el alma de la piedra respirante
Y preñada de colores
Hemos respetado el latido de la música
El masaje líquido que impregna de energía
Nuestro instinto mágico
Nuestro vagar-bagaje
Hemos recubierto de sol nuestra tristeza errante
Hemos tosido óperas a la sombra
Hemos reforzado con alas el respaldo de nuestra silla-esencia
Hemos comenzado a unir las líneas curvas
De una fuerte estructura vulnerada
No sé qué he escrito todavía
Ya luego quien lo lee se lo dice
Estoy listo
Ahora hemos de instalar árboles
Y crecer dentro del secreto
Felipe B.
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