martes, 3 de marzo de 2009

Cantos fúnebres

Antiguamente, todo indio tenía preparado un Canto Fúnebre para el momento en que sintiera aproximarse el fin.
Un jefe indio me confió que su Canto Fúnebre era el mismo que entonaron los treinta y siete patriotas sioux ejecutados en Mankato, Minnesota, en 1862, por tratar de expulsar a los invasores de su país:
"Yo, Chaska, canto:
Me da lo mismo dónde yazca mi cuerpo,
mi alma sigue su camino.
Me da lo mismo dónde yazca mi cuerpo,
mi alma sigue su camino".

Cuando Nanni Chaddi y sus cuatro guerreros apaches, después de cuatro días de pasar hambre, sed y tormento, decidieron dar la cara y luchar antes que rendirse al regimiento que les había acorralado en una cueva, cantaron a Dios:

"Padre, salimos a morir.
No lo lamentamos por nosotros mismos, sino por los que dejamos.
No dejes que el miedo nos invada. Salimos a morir".

Entonces, armados sólo con flechas y lanzas, se precipitaron bajo el fuego de un centenar de rifles, y fueron acribillados a balazos.

"La tradición del indio norteamericano. Un modo de vida", de E. Thompson Seton y J.M. Seton.

No hay comentarios:

Publicar un comentario