Colectura nº 18. C/ Tarifa, Sevilla. Y dos o tres cadáveres exquisitos al descubierto.

Dos personas del mismo saxo encuentran trompetas sin tropiezos.

Entre corcheas ¿Qué me dices a solas?

La fuerza se te iba por el saxo y entre nota y nota mi pentagrama costillar

sentía el frío de tu ausencia. El acorde de tu saxo desgarra lo más profundo de mi alma.

Corea la corchea, chamusca la tarea, descorcha la marea, asume el traqueteo del tren-excito, aborda el bordón, la niebla del pentagrama en Re sostenido: el único peligro es ser un silencio que no dice nada ¿Peligro? Arpegio de anacardos. Tus clases de guitarra no me sirvieron para nada, en lo que a guitarra se refiere mis dedos sólo respondieron a las cuerdas de tu cuerpo.

Ante el griterío: criterio.

Ante el precipicio: principios.

Ante el femoral: Frenadol.

Urge el silencio entre el ruido de...

Ante el idolatras el adelante, ante las comidillas las comillas.

Ante tus garabatosmis sonrisas

ante la c u a d ri cula des or de n

ante tu amor una canción.

Ante nosotros las viernas y los piernes.

(Basado en Sábados reales. Que lo que se lea sea leal).

después de buscar y perdernos

todo andaba debajo de la almohada,

como un sueño de una mala pesadilla que nos recordó un nombre

y luego un rostro

y más tarde un besoy por fin el roce de tu piel

con mis labios rotos y sedientos

y harapientos y amodorrados a la desidia de una amante insatisfecha.

Si estoy en un portal no hablo por mí, ni por tí, sino por tal...

Si estoy en una pubertad hablo sin puertas de madurez de madera ¿Cuántos aros hay en tu alma?

La ciudad desde el cielo es hermosa

me llevaste en tu saxo como una mala bruja

tú me enamoras lentamente

tachas con tus ... cada movimiento de dedos

los ardores de vivir con una música prestada

y me enamoras lentamente

tus agudos masajeaban mis ojos

más que un punteo una caricia

y me enamoras lentamente

pero nunca existió una canción eterna

y llegaron los aplausos

y me enamoraste lentamente

y suavemente el desgaste de un antes...

Creoque dejaste baba en la taza que destrozó la distancia entre nuestros espejos. Escupo arena de cráneos disonantes.

Suave es el delirio y el compás de los besos que quedamos en darnos

una noche como esta,

inusual y travestida,

tersa y sonora como ese último "te quiero" que no salió de tus labios.

Balanceas la cabeza

también tu melodía,

no mendigas melodías al mediodía porque tu ejército de aves en formación es ya una melodía.

Cejilla Do Re Mi Falso.

Escrito entre (con) Nieves, (Mila), Javi, Miguel y Felipe.