El poeta trabaja.
Saint-Pol-Roux
El jornal no paga la sangre de mis horas, su alto sacrificio.
David Eloy Rodríguez
Todo fue una equivocación: yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema.
Jaime Gil de Biedma.
SUCEDE POCAS VECES
Un hombre toma asiento
y escribe lo que piensa;
con una pena inmensa
y al borde de su aliento,
un hombre toma asiento
y escribe lo que sabe;
no sabe por qué sufre,
no sabe por qué miente,
transita con detalle
dolores diferentes.
Así le va la vida
al hombre que se sienta:
le mata la vergüenza
pero nunca se muere,
desprecia a su vecino
y escribe lo que quiere.
El acto se consuma
y la mujer comienza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario